Ejemplo del patrimonio etnográfico alcarreño

El patrimonio etnográfico de un pueblo nos cuenta mejor que cualquier libro o documento gráfico cómo era la vida de los antiguos habitantes del lugar.

En el caso de las cuevas, no solamente nos hablan sobre la costumbre de aprovechar estos abrigos de los cerros para habitarlos; sino también, de la incesante actividad vitivinícola, de la producción y almacenaje de vino en estos espacios a lo largo de los siglos. Podríamos remontarnos hasta la época romana, cuando ya está documentado el uso del vino para su consumo  y para la realización de rituales.

En la Alcarria Conquense encontramos muchos pueblos que muestran orgullosos sus cuevas,  en las cuales se elaboraba o almacenaba el zumo de uva fermentado.  Las cuevas eran también un espacio para compartir, en el que catar entre amigos los caldos elaborados por ellos mismos, y lo siguen siendo en la actualidad. En algunos pueblos celebran el Día de Cuevas Abiertas e invitan a aquellos visitantes que se acercan durante esos días a probar el vino y disfrutar de estos espacios polivalentes.

La Ruta Etnográfica de Huete permite visitar una de estas cuevas del S. XVI, donde se producía y almacenaba vino. Es posible conocer también el antiguo oficio de los herreros, visitando el Museo de la Fragua, y dar un paseo por el Huete de hace un siglo, para comprobar cómo ha evolucionado nuestra forma de vida, paseando por una antigua escuela, el cine, la pastelería, los trabajos agrícolas o los juegos de nuestros abuelos, todo ello en el Museo Etnográfico Manuel Olarte de Huete, un recorrido completo por el ciclo de la vida de nuestros ancestros.

Esta visita diferente te llevará a encontrar recuerdos, rescatar vivencias atávicas y emociones olvidadas y se puede realizar todos los sábados, a las 18:30 h, desde la Oficina de Turismo de Huete.

Visita la página de Turismo de Huete o la página web de Cuenqueando para más información y reservas.